31 mar 2012

"¡Ay mi raza!"


Esta recaudación de datos fue una experiencia que me hizo desatinar ATM! 
Lo que saqué de esta actividad es que a los jóvenes de mi raza les falta mucho para llegar a proveer buen servicio al cliente. En lo que me fijé es que la mayoría de los que me atendieron en dos mercados “El Herradero”,  “El Mezquite” (Central y 98), y el “Pro’s Ranch Market” es que eran jóvenes. Debido a que no les pregunté por su edad no sabría decir exactamente que edad tenían, pero físicamente aparentaban todos menos de los 24 años. En los tratados que tuve con ellos se comportaron sin cordialidad y, yo diría, de manera tonta. Me desanimé porque estos jóvenes representan una porción de mi generación que están dejando mucho que desear. Recuerdo que yo, junto con todos los de mi generación teníamos arraigada la idea que teníamos que respetar a nuestro prójimo y era nuestro deber demostrarlo con nuestro habla. Si estuviéramos en México, quizás esta falta de modalidad me hubiera sido menos chocante si no hubiera sido mi raza. Mi queja es que, de por sí se nos está estigmatizando por ser tontos y ahora estos muchachos, en vez de comprobar que no somos así están propagando lo mismo que no queremos representar. La mera verdad es que me tuve que detener para no decirles algo. Lo primero que me brotó decirles, “¡Oiganme¡, ¿porqué se están portando tan corrientes? ¿Qué nos les enseñaron sus padres nada de como se trata a la gente?”
Sea lo que sea, estamos viviendo en este país. Seamos migrantes, ó tengamos una historia familiar enraizada en este país, tenemos que entender que tarde que temprano nosotros vamos a estar al frente de este país. Seamos profesionales, empresarios, políticos, escolares, eruditas, ó médicos, no importa, nosotros vamos a ser los Americanos que, no solo estaremos al frente del mundo, sino al frente de nuestra gente que ya está aquí. Los ilustrados nos enseñaron claramente que el deber y la responsabilidad de actuar para el mejoramiento del pueblo resta sobre los que saben. Y mi frustración queda en que no creo que estos muchachos no saben... y menos si quieren saber. 

1 comentario:

  1. Rubén que mal me siento de que hayas quedado con una mala impresión de estos jóvenes. Bueno al menos yo también pude notar algunas cosas semejantes a las tuyas. Muchos de los trabajadores que yo vi en la tienda eran hombres, jóvenes, menores de 30 años. Conmigo la mayoría de ellos fueron amables sin embargo si puedo notar lo que tu mencionas. Uno sigue esperando que estos jóvenes muestren la cordialidad y respeto que nosotros creemos que forma parte de nuestra cultura. A mi también me extraña porque para no decir todos, la mayoría de los trabajadores de la tienda a la que fui eran jóvenes hispanos.

    Cuando yo llegué a vivir a Estados Unidos la pasé muy mal en cuanto a esto, no me podía adaptar a la libertad que tienen los jóvenes aquí (no es que piense que esto es malo, al contrario creo que puede beneficiar muchísimo). No puedo juzgar y decir qué es bueno y qué es malo pero yo estaba acostumbrada a ciertas cosas. Parecerá raro pero una de las cosas que fue más difícil para mi y aun sigue siendo es que yo estaba acostumbrada a tener que levantar la mano cuando quería hablar en una clase y esperar a que el maestro me diera la palabra. Hoy en día puedo decir que aun me siento incomoda si hago un comentario sin que se me pregunte… tengo que aceptar que me gustaría no sentir esto.

    El simple hecho de irte a vivir a otro país conlleva un choque cultural al cual cada persona responde de una manera diferente. Seria interesante saber si hay factores en común que estén afectando a estos jóvenes hispanos en Estados Unidos. Tal vez sea una reacción a la situación tan complicada que se está viviendo hoy en día… no lo se pero me parece interesante lo que mencionas.

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